hasta que mi amor pudo retornar.
De sus palabras tengo recuerdos,
sólo el de los árboles y el gemido del viento.
Y arribo, listo para tomar sin dueño
la cruz que he cargado por años.
Pero las palabras llegan lentas,
de aquellos cálidos y pequeños labios.¿Cómo sonaban mis palabras lentas y plenas,
en aquel corazón que me amó en la pena,
venido a salvarme del odio y del dolor
y a confortarme con su delicado amor?Sentí al viento golpeando frío, gélido,
y la bruma roja acariciar la puerta;
Sentí que el hechizo que sostenía mi aliento
se rompía, viviendo eternamente muerto.
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